Comunidad de Regantes de Valoria la Buena

Formalizado el convenio entre la Consejería de Agricultura y Ganadería y la Comunidad de Regantes de Valoria la Buena, para las obras de modernización del regadío.

El presupuesto para la licitación del proyecto supera los 4,3 millones de euros y contempla mejora del regadío de 347 hectáreas situadas en la margen izquierda del río Pisuerga.


El Consejo de Gobierno ha autorizado esta mañana la formalización del convenio entre la Consejería de Agricultura y Ganadería y la Comunidad de Regantes de Valoria La Buena, en la provincia de Valladolid, para convertir en regadío 347 hectáreas de la margen izquierda del río Pisuerga.

El proyecto, cuyo coste está previsto en 4,3 millones de euros, comprende dos fases, una en la que se construirá el azud y la toma de agua en el río, la estación de bombeo, así como la instalación del suministro eléctrico mediante un sistema solar fotovoltaico, la tubería de impulsión, una balsa de regulación de 142.000 metros cúbicos, la caseta de válvulas y las medidas correctoras y protectoras de restauración del medio natural, cuya licitación se prevé a lo largo de este verano, y una segunda fase en la que se pondrán en marcha las obras complementarias que consistirán en la instalación de la red de tuberías e hidrantes en parcelas.

Beneficios de la modernización del regadío

Entre los principales beneficios que conllevan la modernización del regadío de una zona está la optimización del uso del agua, permitiendo hacer frente con mayores garantías a las circunstancias de escasez de recursos disponibles. Se estiman ahorros medios en el uso de recursos de entre un 20 y un 25 %. Además, para mejorar la competitividad y rentabilidad de las explotaciones agrarias, los costes para el riego con presión se reducen en las zonas modernizadas un 35 % respecto a las zonas sin modernizar. La modernización contribuye activamente a la regeneración en el campo, ya que las incorporaciones de jóvenes en las zonas modernizadas son un 80 % superiores que las que se producen en las zonas sin modernizar. Esta apuesta por un sector modernizado se aprecia también en la inversión que llevan a cabo los propios agricultores, que es un 240 % mayor en las zonas modernizadas que en las no modernizadas.

El regadío modernizado permite diversificar las alternativas de cultivo, principalmente porque pueden realizarse otros cultivos más asociados a la transformación agroindustrial. Esta posibilidad de adaptación de las producciones a las necesidades del mercado permite mejorar y garantizar la competitividad de las explotaciones agrícolas.

Es fundamental la contribución del regadío a la mejora de las condiciones ambientales del medio rural, ya que, además del ahorro de agua, las infraestructuras de riego modernizadas permiten una reducción de la contaminación difusa que puede cifrarse por ejemplo en una reducción del abonado nitrogenado de entre un 25 y un 30 % que además de ser un ahorro de costes importante, reduce la carga contaminante que llega a las masas de agua. En esencia, el ahorro de agua, junto con el efecto sumidero de CO2 que suponen los cultivos de regadío, hace de las modernizaciones de regadío una herramienta eficaz para luchar contra el cambio climático. Por estos motivos, la modernización de los regadíos se configura como una de las medidas imprescindibles para el desarrollo rural, no solo porque permite garantizar la viabilidad de las explotaciones para el futuro, sino porque además tiene un efecto de interacción con otras actividades, como la industria agroalimentaria, lo que permite generar empleo y actividad económica y fijar población en estos entornos.

Fuente: Comunicación Junta de Castilla y León

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