La rehabilitación del Mercado de Sant Antoni (Barcelona), realizada por Sacyr Construcción, ha ganado el III Premio de Ingeniería ACHE (Asociación Científico-Técnica del Hormigón Estructural) en la categoría de mejor obra de rehabilitación estructural. El premio se entregó ayer en el marco del VII Congreso de ACHE, que se celebra en A Coruña.
ACHE es una asociación formada por técnicos interesados en el campo de las estructuras, tanto en el desarrollo del conocimiento como en su utilización práctica. Esta asociación persigue impulsar cualquier avance en torno a las estructuras, ya sea científico, técnico, económico, estético, etc. y servir de cauce para la participación española en asociaciones similares de ámbito internacional.
Mercado de Sant Antoni
La rehabilitación del Mercado de Sant Antoni, símbolo del modernismo catalán y patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es un claro ejemplo de sostenibilidad y eficiencia en la remodelación, modernización y rehabilitación de edificios.
El edificio del Mercado de San Antonio, construido en 1882 por el arquitecto Antoni Rovira i Trias, ocupa una manzana entera (12.000 m2) y se organiza en forma de cruz griega sobre las diagonales del trazado del Ensanche, reproduciendo en geometría y dimensión las alineaciones de un cruce de dos calles. El octógono central, cubierto con una cúpula de mayor altura, reproduce un cruce tipo de la trama Cerdà.
El proyecto de Sacyr Construcción consiste en la rehabilitación del edificio patrimonial y su adecuación a las necesidades actuales, y en la construcción de cuatro plantas bajo rasante (excavación en el centro de Barcelona de más de 180.000 m3 de tierra). El primer sótano tendrá uso comercial, mientras que en las plantas -2, -3 y -4 se situará la carga y descarga, los almacenes y el aparcamiento. Este diseño responde al objetivo de implementar el concepto de one stop shopping.
El hallazgo e incorporación en el proyecto de una parte enterrada de restos arqueológicos del baluarte de San Antonio, y de la correspondiente contraescarpa, así como de un tramo de la Via Augusta Romana ha sido el reto más importante al que tanto Sacyr como el resto de integrantes del proyecto han tenido que hacer frente. Para ello fue necesario reforzar temporalmente 400 m2 de Via Augusta Romana y casi 80 metros lineales de contramuralla.
Destaca también la instalación, realizada por Sacyr Industrial, de intercambiadores geotérmicos en los muros pantalla de cimentación, para dotar al edificio de una potencia de climatización de 600 kW térmicos que la convierte en la mayor obra de cimentación termoactiva realizada hasta la fecha en España, a través de la construcción de 16.000 m2 de pantallas de hidrofresa activadas geotérmicamente a 40 metros de profundidad. Además, se ha hecho el rebaje de más de 10 metros del nivel freático, el apeo con micropilotes de todo el edificio patrimonial y la construcción de una gran losa postesada y aligerada, de 1.20 metros de canto, para salvar luces de hasta 36 metros de longitud.