Fuente: Fundación Laboral de la Construcción, FLC
El próximo 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética 2017, momento óptimo para hacer balance de las grandes aportaciones que se están realizando para lograr las metas marcadas por la Unión Europea
El 5 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Eficiencia Energética, con el fin de concienciar sobre el uso y consumo que hacemos de los recursos energéticos, así como de los beneficios que ofrecen las energías renovables a ciudades y ciudadanos, como las grandes alternativas para lograr un planeta limpio y una economía sostenible.
Si retrocedemos más de 20 años y nos trasladamos a la ciudad austríaca de Wels, donde se celebró la Primera Conferencia Mundial sobre el Día de la Eficiencia Energética, el 29 de febrero de 1996, aún ni se había firmado el Protocolo de Kyoto, por el que la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático establecía metas vinculantes de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para 37 países industrializados y de la Unión Europea (UE).
Dos años después del encuentro liderado por Austria -entonces miembro recién incorporado a la UE- se marcó el 5 de marzo como fecha para la efeméride que celebraremos el próximo domingo, convirtiéndola en símbolo de esta reivindicación.
Hoja de Ruta de la Energía 2050
La Directiva 2012/27/EU del  Parlamento Europeo y del Consejo, de 25 de octubre, relativa a la eficiencia energética, estableció un conjunto de medidas vinculantes para ayudar a la UE a alcanzar su objetivo del 20% de eficiencia energética para el año 2020. El 30 de noviembre de 2016, la Comisión Europea (CE) propuso una actualización de dicha Directiva, con la que generar un nuevo marco para el clima y la energía y conseguir objetivos ampliados para 2030:

  • Una reducción del 40% en las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los niveles de 1990.
  • Al menos un 27% del consumo de energía renovable.
  • Y al menos un 27% de ahorro de energía en comparación con el escenario de la situación normal.

Lejos de quedarse ahí, la UE ha marcado a sus Estados miembros los objetivos para 2050, año en el que tendrán que alcanzar entre un 80-95% de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los niveles de 1990. Y ha puesto en marcha la Hoja de Ruta de la Energía para 2050, que muestra el camino para alcanzar esa meta.
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